No hay duda de que ya has oído hablar del mindfulness. Está en libros, revistas, entradas de blog, vídeos de YouTube y casi en todas partes. Sin embargo, mucha gente no sabe qué es realmente el entrenamiento de mindfulness.
El mindfulness es una terapia que tiene como objetivo ser consciente de los estímulos internos y externos en un momento concreto. Se trata de un término anglosajón que, traducido literalmente, significa “estado mental” o “consciencia plena”.
Su origen se sitúa hace más de 2500 años, cuando el filósofo Siddharta Gautama se percató de que las riquezas no podían evitar los dolores de la vida humana. Este sabio recibió el nombre de Buda, que significa “el que ha despertado”.
El mindfulness tiene que ver con la capacidad de ser plenamente consciente del momento presente. Por tanto, el mindfulness es una base psicológica centrada en el entrenamiento de la mente.
De este modo, el mindfulness es un tipo de meditación que se denomina “meditación Vipassana” y corresponde a la más antigua de todas las prácticas de meditación.
Cabe destacar que el mindfulness es una técnica que no juzga los pensamientos de la persona, sino que los acepta. Asimismo, es una terapia que deriva en relajación, dado que no se oponen resistencias a los pensamientos y se evita el estrés.
El mindfulness es una disciplina que cuenta con una mirada holística, ya que entiende que las personas se componen de la interrelación de cuerpo, mente y espíritu. Así, para que el organismo funcione de forma adecuada, es necesario un equilibrio de los tres elementos.
Por otro lado, en el mindfulness también tiene especial importancia la atención plena, que consiste en fijar la concentración en un solo objetivo. Es decir, se basa en saber enfocar la atención y fijarla en una idea concreta.
También tiene importancia el presente. En el mindfulness se debe trabajar la conciencia en el momento presente, dado que el miedo, la preocupación y la búsqueda se encuentran en el pasado y en el futuro.
Finalmente, otro factor de importancia en el mindfulness es la aceptación. Sea cual sea, el sentimiento, la emoción o la sensación que sintamos debemos aceptarla sin juzgarla y sin oponer resistencia.
Por tanto, los elementos clave que conforman el mindfulness y se relacionan entre sí son:
conciencia: parar, observar, volver.
momento presente.
aceptación.
LOS FUNDAMENTOS DEL MINDFULNESS
El mindfulness se puede practicar en cuatro áreas o esferas, tal como propuso Buda. Es lo que se denomina como “Los Cuatro Fundamentos del mindfulness”. Según Buda, los estadios sobre los que se puede focalizar y llevar a cabo la conciencia son: el cuerpo, la mente, los sentimientos y el resto de fenómenos de la experiencia vital.
No obstante, también destacó la importancia de la respiración, dado que esta práctica es la base sobre la que cultivar los cuatro fundamentos.
Mindfulness de la mente
Mindfulness de los sentimientos
Mindfulness de la vida
COMPONENTES DEL MINDFULNESS
Existen cinco componentes del mindfulness, los cuales provienen del Zen.
Atención al presente. Cuando practicas mindfulness debes focalizarte en el momento presente en el que te encuentras, olvidando el pasado (los recuerdos) y el futuro (las expectativas).
Apertura a la experiencia. Debes observar la experiencia que estás viviendo, pero sin juzgarla, evitando interponer el filtro de las creencias o de los prejuicios. En otras palabras, debes observar la experiencia como si fuera la primera vez. Esto es una cualidad que en el Zen se denomina ‘mente de principiante’. También implica que te abras a la experiencia negativa y que observes lo que ocurre con curiosidad.
Aceptación. Consiste en admitir las sensaciones que experimentas, sin oponer resistencias y aceptándolas tal y como son. Por lo general, las personas incurrimos en conductas desadaptativas en un intento de evitar experiencias displacenteras. En la medida en que podamos aceptar que esas experiencias son ocasionales y limitadas en el tiempo, no necesitaremos recurrir a tales conductas.
Dejar pasar. Olvida aquellas cosas a las que, generalmente, intentas aferrarte. Las relaciones o el dinero deben de quedar fuera de esta práctica. En el mindfulness las cosas son temporales, por lo que no se deben retener.
Intención. Para practicar mindfulness se debe tener un propósito, un objetivo personal que se quiera alcanzar con su práctica. Sin embargo, esto puede sonar contradictorio con el hecho de no aferrarse a ningún propósito, aunque sin un objetivo general la práctica no tendría sentido.
En resumen, el mindfulness es un estado de atención permanente, en momento presente, que obviando los prejuicios, ideas preconcebidas, prescindiendo de la capacidad de juicio, análisis y etiquetación, busca crear un espacio de atención plena y constante que lleva a la persona hacia la consciencia plena.
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